El viaje de Cáncer


El viaje.

Dicen que los nacidos bajo el signo zodiacal de Cáncer, viajamos lento.

El viaje se torna para nosotros, significado y destino. Aferrarnos a esa vía nos protege del "yo mataré monstruos por ti" y nos desliza suavemente al mundo de los sueños. Somos inventiva. Sentimos tan desde dentro, que hemos creído en la posibilidad de no tener que despertar jamás. 

Despertamos cuando nos sentimos cómodos. Los Cáncer, como los guerreros más estrategas, solo atacamos con pasión cuando nuestra intuición nos dice que tenemos algo grande ante nosotros. No damos pasos en falso, pero nos caemos continuamente. Preferimos intentarlo SIEMPRE. Somos constantes y amamos lo que hacemos en silencio.                                                                                                                                                                                                                                                         No he conocido a ningún Cáncer que no disfrute embriagándose. Quizá porque somos tímidos, aunque no lo parezcamos, quizá porque nos gusta soñar cada noche, o porque sabemos, que a veces, en las barras de los bares, los viajes se hacen más intensos. Quizá también porque adoramos las mareas y tener el cerebro nublado, para ver más claramente.

Bajo nuestro caparazón duro, nos escondemos cuando las cosas no salen bien, tenemos un mundo de fantasmas y pasado, al que recurrimos para intentar siempre, aprender algo. Nunca lo hacemos. Preferimos soñar. Coger el tren. Estrellarnos si es necesario. Vivir. 

Las personas nacidas bajo el sol del verano, no podemos vivir sin los besos. Tampoco conozco a ningún Cáncer que no sea buen besador. Y es que nos sentimos cómodos en la intimidad de un hogar, aunque sea efímero. Somos más nosotros, cuando un desconocido nos permite entrar en su círculo mágico, y aunque cautelosos... siempre, siempre viajamos con él. Sea un año, un mes, o unas horas.

Ese es el viaje. Saber que las experiencias, las buenas y las malas, hay que vivirlas con toda la plenitud que te permite saber, que cumplir años no es nada más que emocionarte, soñar, caer y volver a levantarte. Tengas una o treinta cicatrices. Sepas o no que el viaje no tiene destino. Te subes al tren, te sientas al lado de alguien que te sonríe, le pides al revisor una copa y vives.

Feliz cumpleaños.




Arosa.

O que me vai facer famoso

O que quero que vexas

¿De qué quieres trabajar?

Todo huele diferente. El primer día me tomé un vermú. Técnicamente ese día todavía estaba de alta en la empresa de fabricación de bloques en...