La cuadratura de la rutina

Y como cada mañana la rutina me acompañaba en cada minuto del despertador, anticipándome ya a ese semáforo que siempre me encuentro en rojo, ese "coruño" que coge mal la rotonda o el Día dónde aparco porque no encuentro sitio delante de la Central del Juego.

Y hoy me paré justo en el rellano del segundo, y me imaginé tus rutinas (las que no tienen que ver conmigo claro...) y miré por la ventana:

La colmena.




Todos con sus movimientos sistemáticos. La señora del cuarto que tiene una bata rosa y prepara el desayuno mirando al vacío. El tio que siempre se cambia en el cuarto de la lavadora sea verano o invierno, y esos niños que se llaman por la ventana para quedar en el portal e ir al colegio.

De pronto mi cámara hace clic y veo salir de mi frente una de esas ventanitas. Parece que alguien quiere decirme que está saliendo de la rutina y se ha montado su pequeña cabaña en mi cabeza.

Y pienso de nuevo en como preparas el desayuno, con esa disposición milimétrica de la fruta y entonces me doy cuenta de que solo pensando en eso, he roto mi rutina mañanera y he sonreído antes del primer café. 

Bajo un par de pisos más. No me das los buenos días porque eres un poco despreocupado. Pero sin darte cuenta ya has conseguido la cuadratura del círculo: romper mi rutina sin hacer nada.

Arosa.

O que me vai facer famoso

O que quero que vexas

¿De qué quieres trabajar?

Todo huele diferente. El primer día me tomé un vermú. Técnicamente ese día todavía estaba de alta en la empresa de fabricación de bloques en...