Sé que vivirás en Malasaña, que te besarán en los portales de Corredera Alta volviendo del Tupperware y beberás copas de mierda en noches vulgares que no olvidarás nunca. Dormirás poco, llorarás más de la cuenta y echarás de menos aquella cama - que aún te espera - y te cagarás en los muertos de aquel payaso que un día como hoy te vendió esa ciudad inexplicable (...). Pasarán los meses dormirás poco, llorarás menos y recordarás con cariño aquella cama, porque ya no será la tuya. Ya nunca lo será. Porque la tuya está en Madrid.
Y un día, sin más, no existirá otra ciudad.
Porque no la hay.
Consultorio NI: Véndeme Madrid
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