
Te canto Carolina pero tarareo Si Llueve en Sevilla. Pienso que "de paso", se han cruzado muchos paisajes abruptos y tanteo tus bosques como quien acaricia el musgo, imaginándose la rugosa arena de la cala de sus pasiones.
En zigzag susurro el invento de un camino, que es recto y sin niebla. Y vuelve a fallarme la memoria cuando intento acordarme de mis trecientos tres fracasos y mis noches de náufrago por Madrid.
Tengo camas que flotan a la deriva y no saben de tus ojos. Tengo pasados orcos y futuros sirena, que no me dejan pensar. Tengo despedidas cosidas al alma y rasguños profundos, sangrantes, que colman de miedo cada domingo tarde, que callan.
Y te tengo a ti. Que eres verdad. Y eres mi vergüenza cuando no consigo avanzar. Y eres las dudas cuando sangro y la esperanza cuando te rasco las entrañas, cuando nos llegamos.
Dié.