Somos


Somos como la plastilina, de un color pardo y apagado, un color más bien triste, así como el marrón anaranjado que no es lo suficiente vivo para ser naranja mandarina, ni lo suficientemente castaño para ser marrón toco.

No valemos más que lo que queremos o podemos valer. El precio de nuestras vidas es totalmente devaluable, en consonancia a nuestro estado de ánimo, céntimos arriba, céntimos abajo. No cotizamos en bolsa y a menudo nos cuesta encontrar comprador.

Somos bastante todo: bastante guapos, bastante inteligentes, bastante graciosos, bastante trabajadores, bastante cabales, bastante responsables... y no demasiado todo también: no demasiado coquetos, no demasiado graciosillos, no demasiado serios, no demasiado aburridos...

Y en realidad somos un suficiente raspado. Una fotocopia mal hecha, en la que lo especial de cada uno, muchas veces son esas lineas borrosas, esa mancha en la esquina posterior derecha, esa palabra mal escrita.

Medioqres.

Y aun así, seguimos adelante, arrastrando muchas veces los pies, dejando un rastro en la arena y esperando a que cualquier otro imperfecto, nos bese en los labios encartonados, y susurre que somos únicos, al menos, para él.

Y eso es a lo que mayormente podemos aspirar. Y lograrlo, es cuestión de tiempo, si no de recuerdos arrugados por el susodicho.


Die.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Plasma e firma

O que me vai facer famoso

O que quero que vexas

¿De qué quieres trabajar?

Todo huele diferente. El primer día me tomé un vermú. Técnicamente ese día todavía estaba de alta en la empresa de fabricación de bloques en...