Te conoce mi familia

Te conoce mi familia.

Eres todos los años de guerras estúpidas fuera de mi país. Cuando mi país es lo que piso cuando acaricio tu nuca al despedirnos.

Te ha visto mi hermano allá por el 1874, cuando todavía soñaba que los tres reyes magos te traían. Bendita mirra. Te ha visto él, que nunca pronuncia cosas complejas. Ha visto lo cotidiano en nuestros ojos y me ha preguntado, perplejo, que clase de Dios eras exactamente.

Mi madre Martirio, es especialista en sonreír cuando oye la palabra Madrid. Es la capital de todos los recuerdos dolorosos que le encanta relatar mientras comemos, con vino. Mucho vino.¿Recuerdas? Ella si. Lo hace todas las putas semanas.

Tengo otros dos hermanos que te quieren y odian a partes iguales. Se han dado cuenta de que no hay nada más estable que la inestabilidad que me produce tu presencia. Una tiene miedo, el otro insiste en que me haga ese tatuaje, que dices querer. 

Mi cuarta hermana, desde Lugo, no dice nada. No hay nada que decir. Igual que cuando nos vemos los quince segundos que me parece que dura el momento en que te tengo delante y solo consigo mantenerte la mirada durante dos.

Mi tía sonreía la semana pasada, cuando insistió en preguntarme por mi Estado. -Vivo fuera de él; le dije; y solo atravieso su frontera en tren, cuando la copa rota de mis noches, me incita a comprar un ida y vuelta.

He aprendido a vivir "integrando" y a pesar de que las matemáticas nunca fueron lo mio, estoy "derivando" todos nuestros encuentros al baúl del destino truncado. Tras 48 horas cruzando la frontera más gruesa del mundo, comienzo a llorar. Las fresas salen muy caras cuándo no están de temporada, me dijo esta tarde Aitor.

Ya hace mucho tiempo que no te espero. Y sin embargo tampoco he tenido éxito en la búsqueda de tu sustituto. Como quién pretende ganar la liga con un suplente. Y comienzo a pensar que eres mi relación verdadera, y el resto, amantes con los que serte infiel.

Las cosas me van bien, aquí por el norte. Trabajo mucho, me conoce la gente ¡Al invisible Diego! y he hecho buenos amigos. Pero esta tarde, contento, me he dado cuenta de que no voy a conocer nunca tus pequeñas manías, no te veré de traje ni conoceré a tus primos. No sé cuantas veces pones la alarma de tu despertador, ni si haces mucho ruido cuándo... bueno... ya sabes.

Descuida, te conoce mi familia. Y sabe que no soy sin ti, y que las cosas están mejor con alguien como tú rondando mi presente, desde tan lejos, en el pasado. Bailando todavía Sabina y construyendo pequeños momentos hechos de píldoras de quince segundos. Nuestra vida seguirá, y no vestiremos de  levita, pero siempre seremos nosotros, levitando sobre la rutina. 

Arosa

0 comentarios:

Publicar un comentario

Plasma e firma

O que me vai facer famoso

O que quero que vexas

¿De qué quieres trabajar?

Todo huele diferente. El primer día me tomé un vermú. Técnicamente ese día todavía estaba de alta en la empresa de fabricación de bloques en...