Que extraña es la vida

Entonces él dijo:
- Bueno, me alegro de verte. - Y me tendió una mano. Por un momento la miré sin comprender. Shay estaba esperando que la estrechara, como su fuéramos compañeros de trabajo. Al frotar mi palma contra la suya recordé que él solía taparme la boca con esa mano. Para ahogar mis aullidos. Cuando copulábamos.

Marian Keyes

0 comentarios:

Publicar un comentario

Plasma e firma

O que me vai facer famoso

O que quero que vexas

¿De qué quieres trabajar?

Todo huele diferente. El primer día me tomé un vermú. Técnicamente ese día todavía estaba de alta en la empresa de fabricación de bloques en...