De como lo abandonado, lo no resuelto, lo absuelto de la rutina del hacer, se convierte a veces en bello. De como lo oxidado, los huesos cansados, los músculos atrofiados, se vuelven inestables y débiles. Los muros carcomidos de la soledad, por no haber cuidado nuestras anteriores explosiones, se convierten en calentadores obsoletos, que acogen ruinas en sus entrañas. De como los recuerdos crecen como árboles sobre los escombros de un pasado alegre y cálido, rico de experiencias.
De como huimos y volvemos después a comprobar que todo sigue igual pero peor.
Video: Postcards from Pripyat
Dié
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